Descripción
En un terreno rústico, donde la naturaleza se despliega en su exuberancia, encontramos un refugio perfecto para el ganado. El haya, con sus hojas densas y sus troncos robustos, ofrece sombra y refugio del calor abrasador del sol. Es una invitación al rebaño a descansar y refrescarse durante los días más calurosos.
En esta tierra la simbiosis entre vegetación y ganado es evidente. Mientras que las hayas y los nísperos proporcionan alimento, sombra y refugio, el ganado, a su vez, ayuda a mantener el equilibrio del ecosistema pastando y fertilizando el suelo. Se trata de una relación de interdependencia que beneficia tanto a los animales como al paisaje que los acoge.
Así, en este entorno rural, el haya y el níspero desempeñan un papel fundamental a la hora de crear un entorno propicio para el desarrollo del ganado. Es un testimonio de la armonía que puede existir entre el hombre, los animales y la naturaleza, cuando se cultiva y respeta cuidadosamente.